El investigador Adrian Hill también adelanto que están trabajando sobre una vacuna basada en virus vivos (en este caso, el adenovirus) con una capacidad muy elevada de replicación, lo que facilita que su producción se haga a gran escala, consiguiendo un gran número de dosis en menor tiempo y un coste más bajo.
Añadió además que por el tipo de vacuna sería anual, es decir, que tendría una estacionalidad como la de la gripe.
La Organización Mundial de la Salud ya publicó un informe científico el pasado 24 de abril en el que aseguraba que no hay “ninguna evidencia” que pueda probar que los anticuerpos producidos tras la infección por coronavirus puedan proteger al cuerpo de una segunda infección.