Los mayores deberán pagar los gastos provocados por los cortes de las calles, así como también los costos por la movilización de los policías, bomberos y efectivos de la Brigada de Explosivos.
Dos padres fueron condenados por las más de 20 llamadas de amenazas de bomba que realizó su hijo de 17 años contra la Escuela Comercial N° 23 en Caballito.
Los mayores deberán pagar los gastos provocados por los cortes de las calles, así como también los costos de horas hombre y la movilización de los policías, bomberos y efectivos de la Brigada de Explosivos.
La resolución judicial explica que el menor realizó diversos llamados donde alertaba sobre la presencia de un artefacto explosivo en la institución pública ubicada en Avenida Rivadavia al 5200.
Por estas bromas de mal gusto, el establecimiento debió ser evacuado en todas las oportunidades y se tuvo que realizar un operativo de emergencia para constatar que no existía tal elemento.
La División Conductas Informáticas Ilícitas de la Policía de la Ciudad llevó a cabo las investigaciones gracias a las grabaciones de las llamadas al número de emergencias y la trazabilidad de las líneas telefónicas desde las que se realizaron las amenazas.
De esta manera, tras varios meses, se permitió tener el perfil del adolescente lo que generó que el titular del Juzgado Federal Nº 2 realice un allanamiento en Mataderos en la vivienda de la titular de la línea telefónica.
Allí el joven confesó ser el responsable de los llamados y ahora sus papás deberán afrontar diversos gastos.