El sábado 7 de septiembre, Santiago del Estero fue escenario de un acontecimiento histórico: el traslado oficial de la Sede Primada a la ciudad y la elevación de su diócesis al rango de Arquidiócesis. Esta solemne ceremonia marcó un hito trascendental en la historia eclesiástica de la provincia y del país. Frente a este suceso, diversos actores de la ciudad compartieron en diálogo con “Mañana Fantástica” sus opiniones y emociones, reflejando el profundo impacto de este momento histórico.
Ante este acontecimiento histórico y trascendental para la provincia, la profesora Julia Comán, Secretaria de Trabajo de Santiago del Estero, expresó: “Fue un día emocionante que quedará grabado en nuestra memoria. Un sentimiento especial para quienes abrazamos y amamos profundamente nuestra fe católica. Lo sucedido era algo que realmente merecíamos. Es increíble poder sentir el federalismo de esta manera. No debemos bajar la guardia, porque nuestro Santiago es una isla que debemos abrazar y proteger.”
En esa línea, el diputado provincial Dr. Jorge Mussetti destacó: “Este acontecimiento se vivió con gran alegría; un hecho trascendental para todos los que profesamos la fe católica. Sin duda, representa una reparación histórica para la provincia y un importante gesto por parte del Papa Francisco. Esperamos que esto renueve y fortalezca la fe católica en Santiago del Estero.”
El subsecretario de Industria de la provincia, Llamil Abdala, describió esta jornada trascendental para la Iglesia católica de Santiago del Estero como “un momento esperado y profundamente emotivo, marcado por ese sentimiento de santiagueñidad tan presente. Transmitimos nuestra profunda fe y devoción. Fue un acto de justicia y reparación histórica y eclesiástica. La historia nos debía este reconocimiento, ya que somos la primera diócesis creada en el país. Como santiagueño, me siento muy contento y agradecido con el Papa Francisco por hacer que las tierras de la Mama Antula hoy sean la sede primada del Vaticano en Argentina”.
Asimismo, el Ing. Héctor Rubén Paz, rector de la UNSE (Universidad Nacional de Santiago del Estero), comentó: “Fue una ceremonia histórica para la ciudad de Santiago del Estero, para la provincia y para el pueblo santiagueño. Este evento representa una reparación histórica, ya que Santiago es la Diócesis primada del país, como lo confirman los documentos. Desde que asumió el papado, el Papa Francisco trabajó diligentemente para emitir esta bula papal basada en la evidencia disponible en el Vaticano. Aunque hoy conocemos esta bula, sigue siendo para nosotros un hecho impactante y emocionante. El proceso que llevó a este acontecimiento fue extenso, pero los documentos encontrados en los archivos del Vaticano respaldan nuestro reconocimiento como la madre de la Iglesia argentina. Sentimos que se ha restituido un reconocimiento importante: ser la sede primada”.
En esa dirección , el padre José María “Pepe” Di Paola, de la parroquia de Lourdes en la ciudad de La Banda, Santiago del Estero, y sacerdote del equipo de curas de villas y barrios populares, manifestó: “Fue una jornada llena de emociones. Este evento marca un nuevo camino para Santiago del Estero y representa tanto una oportunidad como un desafío para la Iglesia. Es una ocasión para que recupere el ímpetu misionero que tuvo en su momento.”
Por otra parte, el diputado provincial Orlando Ávila destacó este hecho histórico como “emotivo y de gran importancia para el pueblo santiagueño. Vivimos el evento con mucha emoción, ya que este cambio de sede representa un justo reconocimiento y un reconocimiento federal al elevar el estatus de la Iglesia. Hoy, no solo somos la Madre de Ciudades, sino también la Madre de la Iglesia. Es un motivo de gran orgullo para todos los santiagueños.”
Finalmente, el diputado provincial y presidente del bloque JxC, Gerardo Floridia, comentó que en lo que respecta a lo católico, apostólico y romano, nuestra provincia ha recibido grandes bendiciones, como la canonización de Mamá Antula y la reparación histórica de Santiago como Sede Primada. “Vivimos este hecho histórico con mucha alegría y esperanza, viéndolo como una inyección de bendiciones para avanzar. Es una reparación histórica para nuestra provincia y un desafío para el arzobispo, quien debe revitalizar la actividad eclesiástica.”