El bautismo consistía en recibir el material, que se utiliza para desinfectar pozos sépticos y restos orgánicos, y sidra en la cara de los jóvenes como “rito”. Además de las lastimaduras en la piel, los militares de 20 y 25 años también sufrieron importantes afecciones en el sistema respiratorio.
En una brutal fiesta de iniciación que realizaron en el Ejército argentino, 35 soldados fueron arrodillados, puestos en fila y un superior les tiró cal viva, que se utiliza para desinfectar pozos sépticos y restos orgánicos, y sidra en la cara. Esto no solo les provocó graves quemaduras, sino que también quedaron con afecciones en el sistema respiratorio.
Se trata de miembros del Regimiento 14 de Paracaidistas del Tercer Cuerpo de Ejército Córdoba que sufrieron esta situación el 17 de mayo y 20 de los 35 tuvieron que ser hospitalizados por lesiones en el esófago, estómago y pulmones.
Desde el Ejército Argentino emitieron un comunicado y aclararon: “A modo de celebración por la finalización del curso, se les arrojó harina y sidra sobre los 221 paracaidistas recientemente egresados. A un grupo de 35 efectivos y por un error de quienes debían llevar el material, se les arrojó cal en lugar de harina”.
Luego, agregaron que se tomaron medidas: “Ese personal fue el afectado e inmediatamente evacuado al Hospital Militar Córdoba, donde recibieron atención médica y se les realizaron estudios. Un grupo reducido quedó en observación y posteriormente, fue dado de alta”.
Por otro lado, el abogado de las víctimas, Jerónimo Aargañaraz, descartó que haya sido un error y contó que los denunciantes están “aterrados y tienen miedos”. El caso fue caratulado como abuso de autoridad y quedó bajo investigación de la Fiscalía Federal Nº2, a cargo de Carlos Casas Nóblega.