Los activos financieros se desplomaron tras el anuncio de un nuevo esquema monetario del viernes. Tanto el dólar libre como los bursátiles marcaron precios récord. El BCRA compró USD 50 millones en el mercado.
El mercado bursátil argentino operó este lunes mayormente en baja, en un marco cauteloso de negocios a la espera de detalles sobre la implementación de la segunda etapa del plan de estabilización de la economía anunciado por el presidente ultraliberal Javier Milei.
“Fue una jornada para el olvido”, señaló un operador del mercado. “Los dólares financieros se dispararon con un aumento superior al 4% tanto en el MEP como en el contado con liquidación. Esto ocurrió como resultado de los anuncios del viernes que tuvieron sabor a poco para el mercado que está preocupado por la acumulación de reservas y la situación cambiaria en general”, completó.
En Wall Street, las acciones y ADR de compañías argentinas que son negociadas en dólares retrocedieron hasta 10%, encabezadas por los papeles bancarios. Los bonos en dólares perdieron 2% y el riesgo país argentino volvió a superar los 1.500 puntos básicos, un máximo desde el 11 de junio. También escalaron los dólares alternativos, con precios récord en todas sus cotizaciones por encima de $1.400 y una brecha cambiaria por encima del 50 por ciento.
En este nuevo período se anunció que el Banco Central dejará de emitir dinero para financiar sus pasivos remunerados y que se realizará el traspaso de pasivos al Tesoro con una nueva letra de regulación monetaria.
El agente de compensación y liquidación Neix señaló en un informe que el anuncio “tiene tres principales efectos en lo inmediato: 1) refuerza la señal fiscal, al comprometer al Tesoro a tener los fondos necesarios en caso que sea necesario recomprar, o pagar las letras; 2) incrementar la tasa de interés de corto plazo, lo cual sucederá ya sea por cuestiones impositivas como de mercado y 3) mejora sustancialmente la relación reservas netas contra pasivos del BCRA”.
En cuanto a los bonos soberanos, las reacciones también resultaron negativas. Los títulos del canje de deuda de 2020 -Globales con ley extranjera y Bonares con ley argentina- recortaron un 2,7% en promedio. En consecuencia, el riesgo país de JP Morgan, que mide la brecha de tasas de los bonos del Tesoro de los EEUU con similares emisiones emergentes, ascendía 57 unidades para la Argentina, en los 1.513 puntos básicos a las 17:30 horas un máximo desde el 11 de junio.
Los bonos soberanos en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) cayeron 1% en su promedio en pesos, luego de cerrar junio con una merma del 0,4 por ciento.
En tanto, el índice accionario líder S&P Merval de Buenos Aires perdió un 1% en pesos a 1.594.733 unidades, luego de mejorar un 2,2% durante la semana pasada y perder un 2,4% a lo largo de junio. Las empresas más castigadas fueron Banco Hipotecario (-6.3%), Sueprvielle (-6.5%) y Banco Francés (-4.9%). De las 44 empresas más importantes de Argentina, 29 tuvieron caídas en la jornada de hoy.
En Wall Street se destacaron las bajas de las cotizaciones de las acciones de los bancos argentinos. Banco Supervielle perdió 9,7%, seguido por Grupo Galicia (-9,4%), Banco Macro (-7,5%) y Banco Francés (-6,3%). También retrocedieron fuerte los papeles de Edenor (-8,8%).
“El mercado espera la letra chica de los anuncios, mientras mira de reojo qué pasa con el precio de los dólares financieros, la acumulación de reservas y la tasa de interés en pesos”, señaló Alejo Rodríguez Cacio, de Capital Markets Argentina.
Funcionarios del Gobierno se reunieron este lunes con bancos para acordar la forma en que se realizará el traspaso de pasivos al Tesoro con la nueva letra de regulación monetaria, cuya definición se aguarda para antes del cierre de la semana, dijo a Reuters un portavoz oficial.
“Las nuevas Letras de Regulación Monetaria probablemente sean el paso final para terminar con la bola de Pases/Leliqs del BCRA”, comentó el economista Roberto Geretto, de Fundcorp. ”La duda a resolver es cuánto costo fiscal va a implicar esto y si al ser de corto plazo también van a ser un impedimento a la hora de subir tasas, donde el costo se traslada del BCRA al Tesoro, pero sigue estando a nivel agregado”, añadió.
Récord para el dólar libre
El dólar libre ascendió 40 pesos o un 2,9% este lunes, a $1.405 para la venta, un nuevo máximo nominal. En 2024 anota un alza de 380 pesos o 37,1%. Con un dólar mayorista, que avanzó dos pesos y terminó operado a $914, la brecha cambiaria se estira al 53,7 por ciento.
“Los dólares financieros y libre continúan su reacomodamiento alcista (baja del peso), toda vez que aún prevalece una mayor inclinación hacia la dolarización frente a la primera lectura que vienen dejando los anuncios económicos”, dijo el economista Gustavo Ber.
“Con una ‘brecha’ ya en el 50% que requiere a corto plazo de ser estabilizada a fin de evitar que se generen distorsiones y un deterioro en las expectativas, las cuales venían jugando a favor desde el inicio de la gestión” de Milei en diciembre, agregó.
“Con las flamantes Letras de Regulación Monetaria que serán emitidas por el Tesoro y no por el BCRA, podríamos ver un aumento de tasas e incluso volver a rendimientos reales positivos”, estimó Rodríguez Cacio. ”Esto último podría ayudar a descomprimir la demanda de dólares y bajar la brecha cambiaria, cuestión clave para una potencial salida del cepo”, agregó.
Las posiciones de contratos dólar futuro, en tanto, se movieron al alza en las posiciones más largas, subiendo 1,2 a 6 meses y 2,2% a 9 meses. Con este incremento, las posiciones largas están marcando un tipo de cambio de casi 1.400 pesos.
Aunque la oferta privada exhibió debilidad en este inicio de julio, con USD 225 millones negociados en el segmento de contado, el Banco Central recuperó la iniciativa compradora en el mercado mayorista después de tres ruedas consecutivas de ventas y se alzó con USD 50 millones por su participación cambiaria.
En tanto, las reservas internacionales del Banco Central crecieron en casi USD 600 millones (USD 598 millones, a USD 29.614 millones) por las compras oficiales, pero sobre todo por un ajuste contable de la posiciones patrimoniales en dólares de los bancos, que en la misma proporción explicaron también gran parte de la caída de los activos con el cierre del mes de junio.