La cartera que conduce Sandra Pettovello detalló que la asistencia alimentaria se realiza de dos maneras complementarias: con transferencias directas y con la política focalizada en comedores y merenderos.
En este sentido, la gestión oficial siguió “el mandato de terminar con la intermediación de las políticas sociales. Por eso, ante la emergencia alimentaria, nuestra prioridad fue que las personas reciban asistencia con transferencias directas, que pone dinero en el bolsillo de la gente”.
Agrega que “eso hicimos desde el primer día. Aumentamos la AUH y reforzamos en un 137,5% la Tarjeta Alimentar, que es un complemento a la AUH, una herramienta que nos permite acreditar mes a mes una suma de dinero para la compra exclusiva de alimentos”.
El reporte da cuenta de que la Tarjeta Alimentar estaba en $22.000 en diciembre del año pasado y fue aumentada a $52.259 en junio último. Como en el mismo período, la canasta básica alimentaria se incrementó en un 60,8%, se concluye: “Es mentira que hayamos desatendido la seguridad alimentaria”.
Otro dato: en noviembre de 2023, con una inflación que alcanzaba el 15% mensual, la suma de la AUH y la Tarjeta Alimentar, cubría el 64,3% de la canasta básica. Hoy, con una inflación del 4,6%, ambas prestaciones cubren el 86,4% de la canasta básica alimentaria (según datos del IPC. INDEC).
Según detalla el informe, esta política demuestra que hay una solución que proviene de dos caminos: la mejora de las variables económicas, especialmente la baja de inflación en alimentos y bebidas, y, por otro lado, el aumento de los ingresos a través de la AUH y la Tarjeta Alimentaria. Ambos caminos condujeron a una mejora en la capacidad de compra que puede medirse cuantitativamente.
Asistencia directa
La información oficial precisa que la asistencia alcanza de manera directa a 4.017.814 personas y “podemos decir que desde que asumimos, las familias vulnerables aumentaron su poder de compra”.
Lo demuestra con números señalando que, en noviembre último, con una inflación de 15% mensual, la suma de Asignación Universal por Hijo y Tarjeta Alimentar cubría el 64,3% de la canasta básica alimentaria. En junio de este año, con una inflación de 4,6%, las prestaciones cubrieron el 86,4% de la canasta básica.
El comunicado explica que “la solución proviene de dos vías: por un lado, está la mejora de las variables económicas, especialmente la baja de la inflación en alimentos y bebidas que según el Índice de precios al consumidor (IPC-INDEC) en abril fue de 6,0%, en mayo 4,8% y en junio 3,9%; y, por el otro, el aumento de los ingresos a través de la AUH más la tarjeta alimentaria, condujeron a una mejora en la capacidad de compra que puede medirse cuantitativamente”.
Comedores
Además de la gestión directa, considerada “el mejor camino para que la asistencia llegue efectivamente a los hogares”, el Gobierno lleva adelante una política focalizada en comedores, merenderos y puntos de entrega. “Con este tema nos pegan continuamente y la verdad es que estamos asistiendo a miles de comedores que sabemos que existen”, señalan en Capital Humano.
Recuerdan que cuando asumió la actual gestión se encontró con que no había un registro válido de comedores a nivel nacional. Se sostenía una política alimentaria a través de comedores de los cuales no existía ni un simple listado. “Y sabemos, porque fue de público conocimiento, que muchos estaban intermediados por organizaciones sociales que se aprovechaban de la gente, que extorsionaban a los más vulnerables. Cortamos con todo eso”.
La cartera asiste con algún programa alimentario a 4.223 comedores, merenderos y puntos de entrega. Sin embargo, indican que “sostener y asistir a comedores comunitarios no es nuestra política alimentaria. Estamos transitando un año que consideramos como “de transición” porque tenemos la meta de que las familias recuperen la libertad de comer en sus casas”. Asimismo, señala la cartera que “están en proceso de fortalecer a los que ya se atienden y a sumar nuevos (comedores), siempre que podamos identificar que realmente existan”.
Nutrición
Se señala además que se mejoró la calidad nutricional en comedores y merenderos. Afirma que cuando se hizo cargo la actual gestión, la cobertura nutricional era de 277 calorías per cápita. El informe sostiene que los chicos sólo accedían a fideos con puré de tomate. “Nuestra meta es que los niños estén bien nutridos y estimulados. Por eso en esta gestión decidimos aumentar el valor nutricional de lo que se cubre en comedores y merenderos, y a partir de agosto vamos a aumentar un 40% para cubrir 386 calorías por persona. Ahora los chicos van a sumar a su dieta carne, arroz y mermelada”.
Depósitos
En cuanto a los alimentos que están en stock en los depósitos, Capital Humano decidió distribuirlos de manera federal con el criterio que el 80% sea entregado en escuelas vulnerables y el 20% se utilice en las provincias para emergencias. Están repartiendo 2.583.221 kilos de alimentos a escuelas vulnerables de todo el país.
Ya son 21 provincias las que adhirieron al convenio para recibir y distribuir alimentos en escuelas vulnerables. Exceptuando Santa Fe (por cuestiones logísticas) CABA y Tierra del Fuego (no hay escuelas con índice de vulnerabilidad).
A partir del viernes 26 de julio, las primeras provincias comenzaron a retirar los alimentos, haciéndose cargo de la logística. El tiempo de entrega depende de la capacidad operativa de cada provincia y de la cantidad asignada a cada una.
Los productos que se entregan son: aceite mezcla, aceite de girasol, aceite de soja, arroz con carne, garbanzos, leche en polvo x 1 kg, lentejas, locro, pasta de maní y puré de tomate. Se están repartiendo 2.583.221 kilos de alimentos a escuelas vulnerables de todo el país.
Si bien en los depósitos todavía hay 3.036.685 Kilos de yerba, no se pueden entregar por estar bajo pericias judiciales.
El comunicado anticipa que a partir de septiembre se van a repartir más de 2.000.000 kilos de alimentos para las provincias para distribuir para emergencias.