CORRESPONDE PARA NIVELES INICIAL, PRIMARIO Y SECUNDARIO.
Recomendaciones para garantizar 190 días de presencialidad plena, segura y continua.
La escuela deberá recabar la información sobre la vacunación contra COVID-19 de toda la comunidad educativa, así como la del calendario nacional.
Se eliminan las burbujas.
- Asistencia cuidada: ante la presencia de síntomas o malestar general -asociado o no a COVID-19-, el personal y los alumnos no deben acudir a la escuela y deben permanecer en aislamiento siguiendo los criterios vigentes. Se recomienda que realicen la consulta médica correspondiente.
Si los síntomas no son compatibles con COVID-19, luego de 24 horas sin ellos puede volver a la escuela.
- Ante la presencia de casos de COVID-19 se debe cumplir el aislamiento previsto de los mismos, así como de las medidas ante contactos estrechos según condición de vacunación.
- La sospecha y confirmación de casos NO implica necesariamente el cierre del aula ni la interrupción de las clases presenciales.
- Uso de barbijo a partir del nivel primario: debe tapar nariz, boca y mentón, bien ajustado a la cara y durante toda la jornada educativa en espacios cerrados.
- La ventilación debe ser cruzada y constante.
- Higienizar y limpiar regularmente los ambientes y mantener una adecuada higiene de manos.
- Priorizar la distancia en los momentos en que no se utilice barbijo.
- Se sospechará de un brote de COVID-19 en el aula en presencia de al menos 3 casos confirmados entre alumnos/as de un mismo aula -o alumnos y docente, para el caso de docentes permanentes- asociados epidemiológicamente, en un periodo igual o inferior a 7 días.
- Se promoverá el estudio etiológico de los brotes (confirmar los primeros casos con pruebas de laboratorio y los casos asociados por nexo epidemiológico) para identificar el riesgo de transmisión.
- En ese caso se notificará a los familiares de los estudiantes y al personal relacionado al aula.
- Frente a sospechas de brotes, la autoridad sanitaria realizará la evaluación de riesgo pertinente y se encargará de definir junto a las autoridades educativas las medidas a adoptar.
Este documento fue elaborado por las áreas técnicas del Ministerio de Salud de la Nación con los aportes recibidos del Ministerio de Educación de la Nación, UNICEF, la OPS, la Sociedad Argentina de Pediatría y la Defensoría Nacional de Niñas, Niños y Adolescentes.