La mañana del lunes en Córdoba quedó marcada por una sorprendente coincidencia que dejó atónitos tanto a jugadores como a fieles y curiosos. Minutos después de conocerse la noticia del fallecimiento del Papa Francisco, a los 88 años de edad, el número 88 —que en la Quiniela argentina representa justamente al Papa según el tradicional “Libro de los Sueños”— salió a la cabeza en el sorteo de la Lotería de esa provincia.
El número premiado fue el 7688, otorgándole el primer premio en el sorteo de “La Primera” de la mañana, en una jornada que ya estaba teñida de conmoción por la noticia que impactó al mundo entero. La coincidencia se volvió rápidamente tema de conversación no solo en las calles cordobesas, sino también en las redes sociales, donde cientos de usuarios compartieron su asombro ante lo que muchos consideran un guiño del destino.
La Quiniela, más allá de su carácter de juego de azar, tiene una fuerte conexión cultural con los significados que los números representan en el imaginario popular, y el número 88 es asociado, sin connotaciones religiosas oficiales, con la figura del Papa.
Pero la coincidencia no terminó en Córdoba. Horas después, en la provincia de Santa Cruz, el número 88 volvió a ocupar el primer lugar en el sorteo de “La Primera” de la Lotería Santacruceña, exactamente a las 12:01 del mediodía, lo que multiplicó la sorpresa y la viralización del hecho.
La noticia no tardó en expandirse, siendo comentada en espacios religiosos, en programas de radio locales, en redes sociales y hasta en grupos de apostadores, quienes no ocultaron su asombro por la sincronía entre el fallecimiento del Sumo Pontífice argentino y el número ganador.
Aunque la lógica del azar explica que toda combinación es posible, muchos se aferraron a la idea de que esta coincidencia es una de esas curiosidades que la vida se encarga de regalar, y que quedará en la memoria colectiva como un hecho casi místico en la historia de la Quiniela argentina.