El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) remarcó que el recorte de fondos de parte del Gobierno “está generando efectos muy perjudiciales” en el sector, y anticipó que “no se vislumbra en el corto plazo una salida o mejora en las condiciones”.
Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), estimó que, debido a entre 3.500 y 4.000 obras paralizadas, se perdieron más de 100 mil puestos de trabajo en el sector. “El recorte de fondos para la obra pública está generando efectos muy perjudiciales, no solo para las empresas constructoras en particular sino también para toda la industria proveedora de insumos y la economía en su conjunto”, sostuvo, mientras las empresas “no cobran un peso desde el mes de octubre o noviembre”.
El empresario afirmó en una entrevista con Ámbito estar de acuerdo con la participación privada en el financiamiento de la infraestructura, tal como propuso el presidente Javier Milei con su “obra pública a la chilena”, pero advirtió que la experiencia internacional indica que la participación privada no excede el 15% de la inversión total. Según explicó, el restante 85% no es atractivo para los privados y por lo tanto está a cargo del Estado.
Ampliando el panorama, Weiss que la actividad privada también siguió cayendo en abril y “no se vislumbra en el corto plazo una salida o mejora en las condiciones”.