Tras la salida de Martín Guzmán y la designación de Silvina Batakis al Palacio de Hacienda, el Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo que buscará seguir trabajando con la Argentina.
”Esperamos trabajar con la ministra Silvina Batakis y su equipo para continuar apoyando a la Argentina y su gente a fortalecer la estabilidad macroeconómica y abordar sus profundos desafíos para sentar las bases de un crecimiento más sostenible e inclusivo”, dijo un vocero del FMI.
El Fondo había tejido una estrecha relación con Martín Guzmán durante más de dos años de discusiones y su salida impactó de manera negativa en Washington. La renuncia del ministro también significó para el FMI la salida del “disco rígido” del acuerdo vigente, justo cuando el programa comienza a zozobrar y está al caer el primer waiver, porque la Argentina se encamina a incumplir los compromisos que asumió.
Según describe un informe de Reuters, la nueva ministra tendrá que enfrentar una inflación superior al 70% anual, un elevado déficit fiscal y un estancamiento de la economía mientras mantiene vivo el diálogo con el FMI, con el que el país reestructuró este año una deuda de 44.000 millones de dólares.
El índice accionario S&P Merval bajó el lunes un 1,02%, los bonos perdieron un 0,8% y el peso mayorista se depreció un 0,39% a 125,97 unidades, mientras que la moneda en el mercado informal conocido como “blue” se desplomó un 8,08% a 260 por dólar.
Los mercados financieros de la Argentina cayeron el lunes por la incertidumbre generada ante los abruptos cambios en la conducción económica del país, que padece crecientes desajustes financieros en medio de las turbulencias que sacuden a la coalición oficialista de centroizquierda. Al derrumbe de los activos se sumó la debilidad de la golpeada moneda doméstica, como signos de interrogantes de cara al futuro cercano.