EL GOBIERNO MINIMIZA EL ALCANCE DEL PARO DE LA CGT E INSISTIRÁ CON IMPULSAR LA REFORMA LABORAL

El oficialismo asocia la medida a una maniobra electoral, pero apuesta a que haya un canal de diálogo abierto después para negociar cambios en los convenios de trabajo.

Ante el paro de la CGT de este jueves, el Gobierno le quita relevancia política y busca mantener, al mismo tiempo, un canal abierto con el sindicalismo dialoguista. El Ejecutivo planea acercar posiciones con los líderes gremialistas en las próximas semanas y no descarta impulsar una reunión en el corto plazo. “Los canales de diálogo nunca se cortaron”, expresan en Nación.

En la Casa Rosada aseguran que no aceptarán igualmente ninguno de los pedidos detrás de la medida de fuerza y de la protesta frente al Congreso de este miércoles. Abarca los techos en las paritarias, los despidos en el Estado, la situación previsional y el fin de la triangulación con las obras sociales. “El paro no nos importa y tampoco nos va a hacer cambiar la dirección política”, agregan en el oficialismo.

En Balcarce 50 apuntan contra el ala dura de la central sindical y los acusan de impulsar el paro con fines de impacto electoral. “Lo que indica es que ya empezó la campaña. Paran todos los amigos de Santoro, que es el candidato del kirchnerismo”, expresan los cercanos al presidente. Los encargados de llevar adelante el vínculo con los sindicatos son el jefe de gabinete, Guillermo Francos, y el secretario de Trabajo, Julio Cordero.

La mesa política del oficialismo quiere mantener un vínculo fluido con los sindicalistas y busca acordar las bases de una reforma laboral ampliada para enviar al Congreso el año próximo. Incluye nuevos cambios que profundizan las medidas del DNU 70/2023 y que modifican la Ley de Contrato de Trabajo (20.744) con la intención de reducir la intervención estatal.

Los cambios laborales que prepara la mesa técnica del oficialismo están relacionados con la reforma del Código Civil y Comercial que tiene en carpeta. En Nación busca desregular los contratos entre privados en las normas que conciben los títulos II y IV del libro tercero, que incluyen las contrataciones en general y en particular.

La Casa Rosada sostiene que negociará con todos los sectores de la CGT y que buscará impulsar una estrategia de desgaste con el secretario general de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), Gerardo Martínez, Héctor Daer (Sanidad), Carlos Acuña (estaciones de servicio), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Andrés Rodríguez (UPCN).

Es parte de la táctica que el Gobierno aplicó para que haya colectivos en el AMBA este jueves. Desde la secretaría de Trabajo mantuvieron encuentros con autoridades de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y con los empresarios del sector por reclamos salariales, que terminaron con la firma de la conciliación obligatoria que inhabilitó al gremio a parar.

La mesa chica de Balcarce 50 bajó línea también para que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, no aplique el operativo antipiquete en la marcha de este miércoles. Es por eso que las fuerzas de seguridad cortaron las calles y pusieron un vallado perimetral en los alrededores del Congreso. “No queremos otro incidente como el de Grillo ni que haya choque”, expresaron en Nación.