El ente regulador de las escuelas privadas de la provincia de Misiones no descarta aplicar una sanción contra el establecimiento al que asistía la adolescente de 13 años. Desde la institución se despegaron de la organización.
Tras abrirse una investigación sobre lo ocurrido en el viaje de egresados de una escuela de Misiones que derivó en la muerte de Juana Sirimarco, la adolescente de 13 años, se determinó que durante la organización se sucedieron una serie de irregularidades.
Entre las faltas que detectaron, advirtieron que la escuela no informó cuáles eran las actividades programadas para los estudiantes que no participaron de la recreación.
Es por ello que se evalúa algún tipo de sanción para la escuela cuyas consecuencias podrían ir desde un apercibimiento, e incluso perder la licencia que los habilita a brindar servicios educativos.
Sin embargo, la escuela y sus abogados se despegaron de estas acusaciones y aseguraron que la salida estaba planificada desde el año anterior y que la escuela había autorizado la misma. Asimismo, afirmó que durante la emergencia médica se realizaron consultas telefónicas con el médico asignado al grupo.
El duro relato de la madre de la nena que murió tras el viaje de egresados: “Me la devolvieron muerta”
La muerte de Juanita Sirimarco Díaz tras su regreso de viajes de egresados conmocionó a toda la provincia de Misiones, y la madre de la menor aseguró que irá a Justicia para que el deceso de su hija quede impune. Claudia Díaz responsabilizó al colegio, a las maestras y a la empresa de viajes.
Según el parte de los médicos, la adolescente de 13 años había muerto por contraer la Influenza B, un virus de fácil propagación, sobre todo en niños y adolescentes, sin embargo, la mujer salió a desmentir que haya sido así y advirtió que la niña falleció por negligencia de los adultos a cargo del cuidado de los niños del colegio Instituto Católico República Argentina de Posadas.
“Mi hija estaba perfecta cuando la despedí para que se vaya de viaje. En el viaje primero tuvo un accidente en un tobogán que se sacó la rodilla de lugar y se la colocaron ahí en el agua, la llevaron a la clínica, le pusieron una célula para que ella pueda caminar y le dieron paracetamol de 1 gramo y diclofenac 65”, empezó el relato la mujer en diálogo con De Una por C5N.
Al mismo tiempo, le pidió a su hija que se cuidara porque varios compañeros habían empezado con un malestar en la garganta, y que Juanita también y había contraído. “Le pregunté si la había revisado el médico y si bien me dijo que sí el doctor le había dicho que como estaba tomando una medicación y era antiinflamatorio la iba a calmar”, recordó.
El contacto de Claudia con su hija era mínima ya que denunció que las maestras le sacaban a los niños los celulares. La situación de Juanita no fue mejorando a lo largo de todo el viaje y empeoró cuando comenzó el regreso. El cuadro comenzó con vómitos, siguió con diarrea y temperatura alta que no lograron bajar con paños fríos. Mediante una consulta telefónica, un médico recomendó que le suministraran a la nena dipirona, medicamento que una madre que es enfermera había llevado al viaje. El medicamento bajó la temperatura, pero los vómitos y deposiciones no cesaron.
“Nunca me había avisado antes cómo estaba porque de haber sabido le había pedido que la trajeran. Cuando la maestra, Alejandra, me llama hablo con mi hija y ella me dijo ‘mamá ya no aguanto más, bajaron a desayunar y yo no pude bajar porque no tengo fuerzas en mis piernas, no me puedo parar’”, recordó y su primer accionar fue pedirle a la maestra que la llevaran a una asistencia, pero esta se negó y le aseguró que no se iban a detener durante el viaje”, relató Claudia.