La provincia, como gran parte del país, viene registrando temperaturas extremas. El alivio podría llegar con la lluvia, de acuerdo a lo informado por el SMN.
Los días de fuego parecen no terminar en Santiago del Estero. La provincia, según lo que informa en Servicio Meteorológico Nacional en su página web, tendrá un sábado 21 de enero por demás agobiante, con una máxima de 37 grados.
Para tener una idea de las temperaturas extremas que azotan a la provincia, a las seis de la mañana el termómetro registró 27,2 grados y el cielo se mostró ligeramente nublado.
El SMN menciona la probabilidad de chaparrones, en horas de la mañana, aunque la inestabilidad podría provocar precipitaciones en cualquier momento. De producirse el esperado cambio, los registros podrían descender y durante el domingo la mínima rondaría los 23 grados y la máxima los 33.
Para la jornada dominical, además del pequeño descenso de la temperatura, se espera también inestabilidad y probables tormentas aisladas.
Dicha inestabilidad terminaría el lunes y los registros retomarán un camino ascendente que prevé máximas cercanas a los 40 grados.