El nuevo presidente aboga por preservar la soberanía del territorio que dispone de gobierno, moneda o ejército propio pero sin declarar formalmente la independencia.
El políticoLai Ching-te asumió este lunes el cargo de presidente de Taiwán, isla reclamada por China que considera al flamante mandatario un “peligroso separatista” que llevará “guerra y declive” al territorio.
Hasta ahora número dos de Tsai, el nuevo presidente de 64 años, ganador de las elecciones celebradas en enero, comparte con ella su firme defensa del modelo democrático de la isla. En el pasado llegó a describirse como “un trabajador pragmático por la independencia de Taiwán”.
En los últimos tiempos, Lai suavizó su retórica y ha abogado por mantener el status quo en el estrecho de Taiwán, es decir, preservar la soberanía del territorio que dispone de gobierno, moneda o ejército propio pero sin declarar formalmente la independencia.
La ceremonia de investidura tuvo lugar a las 9 de la mañana en el Palacio Presidencial de Taipéi. En este edificio de los tiempos coloniales japoneses, Lai y su vicepresidente Hsiao Bi-khim juraron sus cargos ante decenas de representantes extranjeros.
Lai y Hsiao, anteriormente el representante de Taiwán en Estados Unidos, militan en el Partido Democrático Progresista (DPP), firme defensor de la soberanía del territorio.
El presidente debe pronunciar ante miles de personas su discurso inaugural que será analizado en busca de pistas sobre cómo piensa gestionar la delicada relación con Pekín.
Ocho jefes de Estado, entre ellos el presidente paraguayo Santiago Peña, destacan entre las 51 delegaciones internacionales que acudieron para demostrar apoyo a la democracia de la isla.
Además, se prevé un vuelo en formación de las Fuerzas Áereas y la actuación de un millar de artistas de ópera y danzas tradicionales para celebrar la investidura del nuevo presidente.