La participante se sinceró respecto a la posibilidad de reencontrarse con sus seres queridos en el reality show.
El último lunes por la noche se vivió un momento sumamente emotivo en la casa de Gran Hermano (Telefe) luego de que se realizara una vez nueva edición del desafío “Congelados”, momento en que Rosina y Manzana recibieron la visita de su mamá y de su novia, respectivamente. Así las cosas, Juliana Scaglione, más conocida como Furia, quedó muy movilizada por la situación y se sinceró en el reality show.
Mientras lavaba los platos en la cocina, la llamativa participante apeló a su costado más sensible y abrió su corazón. “Como veremos, mi familia no quiere venir a la casa. Así que si para la semana que viene estoy, supongo que ahí vendrá alguien”, comenzó diciendo mientras miraba hacia el frente y hablaba en voz alta.
“A menos que me llamen al confesionario y me digan: ‘Che, Juli, te explicamos una cosa, tu familia no se quiere exponer’. Yo les voy a decir que está perfecto. No pasa nada, es entendible. Es demasiado entendible de su parte”, reflexionó Furia con cierta tristeza y mientras seguía con la tarea doméstica.
Semanas atrás y para conocer más sobre el caracter extrovertido de Furia, en LAM (América) invitaron a su hermano Ezequiel para que diera testimonio. “Es genuina, es real. Se maneja así por la vida, con su carácter que te puede gustar o no”, destacó el joven, y aclaró que hay una sola motivación por la cual su hermana decidió ser parte del ciclo: “Entró para ganar el premio”. Sobre este punto, afirmó que el dinero que recibiría ya tiene un destino: “Su sueño es motivar, emocionar, y por ahí lo toma como su plataforma. Por ahí lo invierte para arrancar con su franquicia ‘Furia Gym’”.