Suba del empleo industrial

La recuperación mantiene todavía comportamientos heterogéneos, con una recuperación lenta en la industria, partiendo de niveles muy bajos tras la crisis provocada por la pandemia y la recesión de los dos años previos.

“En enero, el empleo asalariado registrado en la industria tuvo una leve suba del 0,1% mensual (+1.513 puestos) y si bien mantuvo una evolución positiva, se observó una clara desaceleración desde el pico de recuperación de septiembre (+0,4%)”. Así lo refleja el último informe de la UIA difundido hoy.

La UIA sostiene que “con este desempeño, en parte producto de la muy baja base de comparación tras fuertes caídas ininterrumpidas del empleo industrial desde 2016, en enero se registró el tercer mes consecutivo de expansión del trabajo asalariado registrado industrial respecto al año previo”. “Este incremento no fue suficiente para compensar la evolución del resto de los sectores. Enero de 2021 cerró con una caída interanual de 172 mil puestos asalariados en el sector privado”, agrega.

La suba del empleo industrial se relaciona en parte con la recuperación de la actividad, pero también se vincula con el elevado porcentaje de trabajadores dispensados del deber de asistir al lugar de trabajo y prestar tareas, lo cual deriva en un aumento del empleo temporal en industrias con mayor actividad. En promedio, un 12,5% del personal de las empresas relevadas por la última encuesta de la UIA se encontraba dispensado y las licencias por Covid-19 se revelaron como las de mayor preocupación.

En tanto, la recuperación mantiene todavía comportamientos heterogéneos, con una recuperación lenta en la industria, partiendo de niveles muy bajos tras la crisis provocada por la pandemia y la recesión de los dos años previos. En el mismo sentido, cabe mencionar que el nivel de empleo industrial de enero todavía presenta una pérdida de 170,4 mil puestos de trabajo desde el máximo alcanzado en 2013 (-13,5%).

La cantidad de empresas que realizaron suspensiones y la tasa de trabajadores suspendidos continúa reduciéndose desde mediados del 2020, aunque se mantienen por sobre los valores pre pandemia como mecanismo de acción frente a las dificultades regulatorias. Si bien hay un signo de recuperación moderado, aún hay dificultades asociadas a la debilidad de la demanda, la incertidumbre macroeconómica y las regulaciones laborales vigentes.

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