Teniendo como referencia que el 75% de los brasileños acude al sistema de salud público, se generó un fuerte repudio al decreto presidencial sobre la privatización de las salas de primeros auxilios del sistema público de salud.
La medida del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se produjo en plena pandemia, dentro del segundo país con mayor cantidad de muertos por coronavirus Covid-19.
El mencionado rechazo surgió de diferentes sectores políticos, como asi también de especialistas y constitucionalistas, actitudes que obligaron a dar marcha atrás menos de 24 horas después de su entrada en vigencia.
“El Sistema Único de Salud (SUS) y su falsa privatización; tenemos actualmente más de 4.000 salas de atención primaria con obras sin terminar, faltan recursos y el espíritu del decreto ya revocado era terminar esas obras y darles a los usuarios la posiblidad de usar la red privada con la consulta paga por el gobierno federal”, se excusó Bolsonaro.