“La democracia nos trajo libertad pero no progreso. Desde 1983, Argentina sumó 17 millones de personas: 14 millones de pobres y 3 millones de no pobres. Es decir que el 82% del crecimiento demográfico fue crecimiento de la pobreza”, sostiene el documento.
La Fundación Pensar, la think tank del PRO conducida por la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, presentó este lunes su primer informe social centrado en el crecimiento de la pobreza argentina desde el retorno de la democracia hasta la actualidad.
“Durante los gobiernos kirchneristas, el gasto social aumentó a un ritmo del 11% anual, 11 veces mayor que el macrismo. El 50% del aumento del gasto total del Estado desde 1983 se debió al aumento por moratorias y planes sociales. A partir de 2009, la cantidad de beneficiarios de programas sociales, de empleo y AUH casi se triplicó (+185%), mientras que el empleo público creció el doble que el empleo privado (80% vs 42%)”, destaca el informe.
Luego señala que si bien la intervención del Estado sirvió para atenuar la indigencia, no logró resolver la pobreza. “Una familia tipo que solamente percibe ingresos por planes sociales se encuentra un 11% abajo de la línea de indigencia y un 60% abajo de la línea de pobreza”, se resalta.
En el estudio también se realiza una comparación con la evolución de la pobreza en el resto de los países de América Latina e indica que, con algunas excepciones, la mayoría lograron reducir la pobreza en 20 puntos entre el 2000 y el 2022. Entre ellos se destacan el caso de Chile que redujo su pobreza en un 26% entre 2011 y 2022; El Salvador con un 22% menos, y México que lo hizo en un 18%.
Como cierre, el documento propone una hoja de ruta con los puntos irrenunciables para una efectiva política social. La misma incluye como puntos urgentes la necesidad de una macroeconomía estable y la contención de la pobreza extrema y el hambre a través de transferencias de ingresos, al tiempo que señala como importantes la esencialidad de la educación de calidad, la inversión en la primera infancia, la empleabilidad y el desarrollo de infraestructura básica.