El presidente Lula da Silva aterrizó la madrugada del miércoles en Shanghái, para iniciar su visita de Estado a China, la primera de su tercer gobierno.
En esta oportunidad aprovechó para criticar en duros términos, el proceder “avieso” de las instituciones financieras mundiales con los “países emergentes”. Y enjuició explícitamente al Fondo Monetario Internacional por ”asfixiar a la Argentina”, en el proceso de refinanciación de la deuda externa.
También, el líder brasileño defendió “cambios” urgentes en los organismos multilaterales, porque según dictaminó es preciso ponerlos en línea con las necesidades planetarias. “Deben financiar a los países que sufren por los cambios climáticos, por pandemias y conflictos armados, que impactan negativamente entre los más vulnerables”.