El relevamiento puntualizó que durante el mes pasado, el déficit de lluvias fue generalizado sobre el noreste y norte de Argentina. Informe de la Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías de noviembre.
De acuerdo a un análisis de la Mesa Nacional de Monitoreo de Sequías, conformada por diferentes organismos públicos, en noviembre pasado el área categorizada como “sequía severa” aumentó en dos millones de hectáreas, puntualmente en las zonas del norte de Santa Fe y Córdoba. Además, el informe con datos actualizados al 1º de diciembre señaló que ya son 164.948.193 hectáreas las afectadas por la ausencia de precipitaciones que por tercer año consecutivo impacta en las diferentes actividades productivas.
El relevamiento puntualizó que durante el mes pasado, el déficit de lluvias fue generalizado sobre el noreste y norte de Argentina. A partir de todo esto, las condiciones de sequía tendieron a empeorar en varias regiones debido a las altas temperaturas que se registraron. En ese sentido, se detalló que “la zona núcleo y la región central atraviesan al momento el año más seco en más de 60 años de registros pluviométricos”. En este contexto, los especialistas comentaron que “los índices de humedad de suelo evidencian una proporción importante del país donde los almacenajes son ínfimos y no alcanzan a cubrir los requerimientos de los cultivos y pastizales. Las zonas núcleo, central y Litoral Sur son las más críticas, con los valores de almacenaje mínimos históricos para la fecha”.
Además, se advirtió que la falta de lluvias sobre la cuenca baja y media del Río Paraguay está generando actualmente una baja persistente, y donde en el Río Paraná se observan menores recargas en la cuenca alta, los niveles se mantienen en la franja de aguas medias, con tendencia descendente.
A raíz de lo detallado, el informe de la Mesa sostiene que se están registrando importantes demoras en las siembra de los cultivos de verano en la zona núcleo, también afectación en ganadería como consecuencia del menor forraje. También en el NOA hay impacto en la agricultura y actividad ganadera, en el norte del país se identifican medidas para el abastecimiento de agua en la población rural dispersa, hay dificultades para el bombeo de agua por descenso de napas y provincias con restricción en los turnos del agua tanto para uso domiciliario como productivo, así como reducción de las aguadas para ganadería.