EL GOBIERNO NACIONAL AMENAZA CON ABRIR IMPORTACIONES PARA CONTROLAR LOS PRECIOS INTERNOS

El ministerio de Economía evalúa la decisión de bajar aranceles para los competidores del único proveedor de poliuretano.

“Una vez que terminemos de estabilizar la economía, nos metemos de lleno con la inflación”, explican en el ministerio de Economía, donde aseguran que se monitorean los precios día a día. En el marco de esos controles, en el Palacio de Hacienda apuntan contra un caso específico en el que, alegan, hay aprovechamiento de la posición en el mercado.

“Dow cobra más de USD 2.200 la tonelada en el mercado interno pero USD 1.600 cuando la exporta a Chile. En breve nos vamos a sentar a hablar con ellos”, advirtió con fastidio un alto funcionario del equipo económico.

Dow posee la única planta industrial en el país que produce poliuretano, un insumo esencial para muchas industrias, desde la automotriz hasta los electrodomésticos. En Economía aseguran que el ministro Sergio Massa tiene en carpeta una decisión: facilitar la apertura de las importaciones a los competidores de Dow del extranjero, a través de una baja de aranceles. De esa forma esperan que Dow se vea obligada a igualar sus precios para el mercado interno con los que fija para exportar.

En Dow no respondieron las consultas de Infobae por este tema. Existe cierta sensibilidad en el Gobierno con la empresa y no es la primera vez que se acuerdan de ella. En agosto de 2021, la compañía anunció el cierre de su planta de San Lorenzo, Santa Fe. En septiembre, en un acto público, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se ocupó del tema y le hizo un pedido al Presidente.

“Alberto, no tenemos que permitir el cierre de Dow Chemical, en San Lorenzo, esa fábrica tan importante que produce insumos plásticos y los distribuye a toda la industria. Es cierto que han decidido relocalizar una dirección global, pero bueno, de esa manera quieren vendernos los fenoles para los polímeros desde Brasil, para que importemos. Esto es quitarle autonomía a nuestra industria y generar un drenaje de divisas”, disparó la vicepresidenta, en presencia de Alberto Fernández.

A mediados de octubre, la empresa volvió sobre sus pasos y anunció que la planta santafesina seguiría en funcionamiento.

La idea de abrir las importaciones para generar más competencia y obligar a bajar los precios ya fue sugerida por Massa en el caso de otro sector con el que no tiene buen feeling: la industria textil. Más allá de los tibios acuerdos de precios cerrados con el sector de la indumentaria, la semana próxima Massa se reunirá con los representantes industriales con un enojo inocultable de por medio. El segmento “Prendas de vestir y calzado” aumentó sus precios un 120% en los últimos 12 meses.

Tras la publicación del índice de precios de septiembre, en el que la ropa subió 10,6%, muy por encima del 6,2% de la inflación promedio, el ministro de Economía mandó un claro mensaje a las empresas textiles en cuanto a que abrirá la importación y les quitará varios beneficios fiscales si no moderan los aumentos de la vestimenta. “Si joden, lo hago ya”, le escucharon decir a Massa, enfurecido.

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