Micaela Noemí Colque, detenida desde el año pasado cuando ocurrió el crimen en la ciudad de Salta, recibió la máxima condena.
Los jueces Ángel Amadeo Longarte, María Gabriela González y Pablo Farah, integrantes del la Sala II del Tribunal de Juicio de la ciudad de Salta, condenaron a prisión perpetua a Micaela Noemí Colque (25), la mujer que encerró a su hija de dos años en una habitación durante al menos 48 horas y la dejó morir de hambre. No fue lo único. La autopsia confirmó que la víctima, además, tenía varios golpes de vieja data en su cuerpo. Es por eso que la hallaron culpable del delito de homicidio agravado por el vínculo.
El crimen se descubrió el 22 de junio del año pasado en horas de la madrugada, cuando Colque se acercó hasta un centro de salud del barrio San Francisco Solano donde vivía, con la niña en sus brazos y completamente inconsciente. La explicación que dio fue que su hija, identificada como Francesca, “se había ahogado con yogur y galletitas”, pero luego de revisarla los médicos no sólo constataron que la menor ya estaba muerta, sino que presentaba señales de maltrato.
Los exámenes forenses ratificaron lo que los profesionales habían notado en el cuerpo de la menor apenas la vieron. Francesca tenía hematomas, escoriaciones y presentaba un grave cuadro de desnutrición y deshidratación.