Mientras a fines de marzo se concretó el primer paso hacia la construcción del primer tramo del gasoducto a Vaca Muerta, el Gobierno avanzó con China para garantizarse el financiamiento de la segunda etapa.
Será la obra que unirá el sistema troncal desde la provincia de Buenos Aires y a la de Santa Fe. El tramo 2, como se conoce a la obra, será vital para ampliar la capacidad de transporte y así disminuir la dependencia de la importación del combustible en invierno.
El gasoducto, bautizado como Néstor Kirchner por la gestión de Alberto Fernández, es una de las principales apuestas oficiales para lograr el autoabastecimiento energético. Su operación y obras está a cargo de Integración Energética (IEASA), ex Enarsa, que puede realizar los trabajos o derivarlos a terceros. Fue declarada de “interés nacional” y se creó un fideicomiso por $40.000 millones para tener operativo, al menos en parte, a partir de mediados de 2023.