El Presidente habló frente a un grupo de empresarios en el hotel Four Seasons de Retiro. Celebró su plan de ajuste con “motosierra y licuadora” para lograr el déficit cero y lanzó sus habituales críticas contra los políticos, las organizaciones sociales y el círculo rojo.
El presidente Javier Milei confirmó este martes que, para continuar en el sendero de ajuste fiscal y lograr el déficit cero, en los próximos días el Gobierno dará de baja 70.000 contratos de empleados públicos, muchos más de los que esperaban en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), que suponían que serían “entre 14.000 y 21.000”.
“Eliminamos las transferencias discrecionales a las provincias, también echamos 50.000 empleados públicos, y no solo eso, sino que además se dieron de baja contratos. Fíjense que ahora están cayendo más contratos y van a caer 70.000 contratos”, aseguró Milei durante su disertación en el cierre del Foro Económico Internacional de las Américas que se realizó en el hotel Four Seasons de Retiro.
“Eliminamos 200 mil programas sociales entregados de manera irregular. Y lo hicimos sin descuidar la política social porque, en el medio, duplicamos la AUH, duplicamos la tarjeta alimentar, multiplicamos por tres la asistencia en el plan mil días, o sea, las mujeres embarazadas”, añadió el Presidente frente a un nutrido grupo de empresarios.
Milei cuestionó a “la gran cantidad de simios que hay en la política argentina, que criticaron a la ministra de Capital Humano (Sandra Pettovello) por terminar con los intermediarios en la entrega de programas sociales”.
Según Milei, su política en materia social “terminó con los Belliboni de la vida que se quedaban con la mitad de los planes sociales y encima hacían trabajar a la gente de piqueteros”.
“Ahora terminamos con la intermediación y pusimos una línea de denuncias por las que recibimos unas 300 mil denuncias y hay 18 mil causas abiertas”, indicó. Luego, lanzó una amenaza contra los referentes sociales: “Van a pagar por haber apretado a la gente para que vaya a las marchas”.
Milei destacó estar “orgulloso” de haber dado de baja la obra pública, porque se trata de un “foco de corrupción”, y señaló que su plan de ajuste tienen “mucho de licuadora y mucho de motosierra”.
También fue crítico con el círculo rojo, al asegurar que “está cada vez más analógico” y “no entiende nada de lo que hacemos”.